domingo, 5 de agosto de 2012

Vámonos


 


Chavelita...
tú no querías llantos,
ni baños de lágrimas;
no deseabas pomposas exequias,
dilatados funerales.

Ya te llegó la hora de perder,
giganta;
yo brindo hoy por tí,
con el aliento encogido,
con la voz quebrada;
brindo y me ahogo en tu canto ronco.

Larga eternidad para tí, llorona.
Que se inicien los fastos,
que corran hoy por tí
manantiales de tequila.
Que suenen las guitarras toda la noche,
que canten y deliren y den misa los iluminados
y los borrachos. 

Que se alcen los vasos.
Hoy no llora nadie.
La última corre de mi cuenta.
Y en el último trago nos vamos.

También de dolor se canta
cuando llorar no se puede.





Vámonos, José Alfredo Jiménez

Que no somos
iguales dice la gente,
que tu vida y mi vida
se van a perder,
que yo soy un canalla
y que tu eres decente,
que dos seres distintos
no se pueden querer.

Pero yo ya te quise
y no te olvido,
y morir en tus brazos
es mi ilusión;
yo no entiendo esas cosas
de las clases sociales,
sólo sé que me quieres
y que te quiero yo.

Y vámonos, 
donde nadie nos juzgue,
donde nadie nos diga
que hacemos mal.
Vámonos, alejados del mundo
donde no haya justicia
ni leyes ni nada,
nomás nuestro amor.
 
Si no somos iguales
que nos importa,
nuestra historia de amores
tendrá que seguir,
y como alguien me dijo
que la vida es muy corta
esta vez para siempre
he venido por ti.

Pero quiero que sepas
que no te obligo,
que si vienes conmigo es por amor;
dí con todas tus fuerzas
lo que soy en tu vida
pa´ que vean que me quieres
como te quiero yo.

Vámonos, 
donde nadie nos juzgue
donde nadie nos diga
que hacemos mal
Vámonos, alejados del mundo
donde no haya justicia
ni leyes ni nada
nomás nuestro amor

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