domingo, 9 de diciembre de 2012

La Pública Diferencia





Los servicios médicos son algo de lo que la sociedad no puede prescindir: por muy sanos que estemos ahora, algún día los necesitaremos. Quizá no somos conscientes de lo caros que son los tratamientos y pruebas médicas: son tremendamente caros, sólamente si hacemos un bote común entre todos seremos capaces de afrontar estos gastos cuando, de improviso, la necesidad de ellos aparezca.
No lo tomemos a broma. La sanidad supone un enorme negocio para aquell@s que desean privatizarlo: siempre habrá enfermos, y siempre habrá personas tratando de aprovecharse del sufrimiento ajeno.
El sistema sanitario español, pese a sus carencias, es extraordinariamente bueno. Cuidémoslo, protejámoslo. No dejemos que los mismos de siempre lo destruyan y lo conviertan en su propio cortijo.

En 2007, Michael Moore realizó un documental, titulado Sicko, denunciando la situación del surrealista sistema sanitario estadounidense, sus enormes carencias y sus inaceptables deficiencias. Es un perfecto ejemplo de lo que ocurre cuando delegamos aspectos tan fundamentales de nuestras vidas a la gestión privada que, no nos engañemos, sólo piensa en su propio beneficio económico.
Te recomiendo que lo veas si no lo hiciste antes; incluso que lo veas de nuevo para asegurarte que no lo has olvidado. Merece la pena.
Esto es lo que ocurre cuando la salud de las personas se convierte en el negocio de unos pocos desaprensivos. No dejemos que esto nos pase a nosotr@s. Ganemos en conciencia.

Lo puedo decir aún más claro: 
¡LA SANIDAD NO SE VENDE, SE DEFIENDE!


.

No hay comentarios: